“Neurociencia del dolor: el dolor no está en el cuerpo, sí en el cerebro.”
Con estas palabras de Mayte Serrat, doctora, fisioterapeuta y psicóloga, abrimos el post que queremos compartir con vosotros hoy desde Kilabe.
Serrat, coordinadora del Grup de Treball d’Exercici Físic i Abordatge Psicosocial de la Societat Catalana del Dolor de l’Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya, investiga y promueve la necesidad de educar en la neurociencia del dolor.
Mediante 22 grupos de trabajo ya formados, más de 20 años de investigación y estudios realizados en un total de entre 3000 y 6000 personas, su pretensión es divulgar la reeducación del cerebro como fórmula para luchar contra los dolores persistentes.
Con la incorporación, este año, de fisioterapeutas y Referents de Benestar Emocional en l’Atenció Primària, se están creando muchos grupos de trabajo para promover la divulgación de la educación en la neurociencia del dolor.
¿Qué es el dolor?
El dolor es la percepción del cerebro frente a una amenaza y la forma que tiene de avisarte de que algo no va bien. Hay casos como los de las personas que padecen fibromialgia que, aunque sus pruebas médicas demuestren que todo está bien, sufren un dolor insoportable. O casos como los de personas que han sufrido la amputación de una extremidad que, sin ella, siguen sufriendo dolores en la misma. Esto ocurre porque el dolor está en un área del cerebro, defiende la Dra. Serrat.
Los dolores que pueden tratarse con las terapias de “reeducación de la percepción del dolor en el cerebro” son los provocados por la fibromialgia, problemas cervicales, lumbares, dorsales o la migraña, entre otros.
La Dra. Serrat se refiere a dolores que se alargan en el tiempo más de un año, que ya se hayan hecho persistentes. En estos casos, la educación en la neurociencia del dolor se complementa con el tratamiento médico adecuado, posterior al estudio previo diagnóstico e indica si existe la posibilidad de herramientas de fisioterapia para la rehabilitación en cada uno de los casos.
El dolor y el cerebro
Existe la pauta errónea de que cuando percibimos dolor, hace falta reposo. Lo que deberíamos hacer es lo contrario: enseñar al cerebro que podemos realizar una tarea concreta sin que nos cause dolor; si no, en cierto modo, estaremos dando la razón al cerebro y el dolor continuará.
Practicar actividades al aire libre como ir a la montaña, pasear media hora en el parque… son esenciales para iniciarnos en terapias que nos ayuden ante un dolor persistente, pero existen tres pilares básicos para conseguir una mejora en la calidad de vida: la educación, ejercicio terapéutico y abordaje psicológico. Estas son las bases de los tratamientos que ya se llevan a cabo.
Si lo desea, puede leer artículo de la Dra. Serrat en: Mayte Serrat, investigadora: “El dolor no és al cos, és al cervell, i hi ha eines per reeducar-lo”.
Ante un episodio ocasional o crónico de dolor (artrosis, migrañas, dolor de espalda…), en Kilabe les podemos ayudar con fisioterapia, terapia visceral y pautas de ejercicios. Contacte con nosotros: le ayudaremos a conseguir una mejor calidad de vida y a minimizar el impacto de los procesos inflamatorios que condicionan su bienestar.
