Llega el frío: es tiempo de mucosidad

En noviembre llega el frío de verdad. Cambiamos de temperatura constantemente cuando entramos y salimos de los comercios, de casa … y, por si fuera poco, nuestro sistema inmune está un poco más débil de lo habitual debido al cambio de estación.
Ésta es la receta perfecta para tener problemas con resfriados, mocos y gripes.

Todos lo sabemos: este año la red sanitaria está y estará más colapsada de lo habitual debido a la pandemia del #Covid. Los fisioterapeutas con conocimientos sobre Fisioterapia respiratoria sabemos de capacidad respiratoria y los problemas que puede ocasionar la acumulación de mocos en los pulmones. Por eso os queremos aclarar algunas dudas y ofreceros algunos consejos relacionados con este tema, para cuidaros y ahorrarnos, si es posible, una visita al médico.

El moco es una sustancia biológica que produce nuestro cuerpo. Existe a lo largo de todo el conducto aéreo: desde la nariz hasta la parte final del pulmón (el alvéolo). Cuando se produce una inflamación o infección en las vías aéreas, el cuerpo aumenta la producción de moco como sistema de defensa. Esta mucosidad puede provocar el taponamiento de la nariz, la vía o los bronquios, lo que dificultará el tráfico de aire.

Mucosidad en las vías altas

Los mocos en las vías altas (cavidad nasal y laringe) pueden ser muy molestos, sobre todo para los más pequeños de la casa. Hay que hacer lavados nasales con suero fisiológico y sonarse suavemente.

¡¡¡No debéis sonaros fuerte!!! Es contraproducente porque, al hacerlo, aumenta la presión en los oídos y esta presión, además, puede meterse moco dentro de los conductos del seno. Y esto, por supuesto, provocará rinitis o sinusitis, empeorando la situación.

Las limpiezas nasales son muy recomendables, sobre todo si hay presencia de moco espeso, pero es mejor no realizar de forma rutinaria si no hay mucosidad: evitaremos irritación innecesaria.

En este vídeo de YouTube podéis ver el procedimiento para realizar un lavado nasal a un bebé: https://www.youtube.com/watch?v=dIftH3_9DTc

Mucosidad en las vías bajas

El exceso de mocos en las vías bajas (tráquea, bronquios y pulmón) hace que se limite el espacio para la circulación de aire. Un poco como ocurre con el exceso de tráfico en una calle cuando hay demasiados coches que circulan. Las medicaciones como el conocido “Ventolin” fuerzan la apertura de la vía para descongestionar-la. Los inhaladores de Salbutamol (Ventolin es el nombre comercial), hay que saberlos usar correctamente, debemos evitar abusar de ellos y, sobre todo, hay que conocer sus efectos secundarios.

Las técnicas que aplicamos en Fisioterapia respiratoria hacen que el moco se movilice hacia la salida. Lo hacemos gracias a la presión que aplicamos controladamente el tórax y el abdomen, que cambia de volumen gracias al aire que sale y entra de los pulmones. Con aire inhalado y exhalado a velocidad, pues, ayudamos a deshacernos del moco hacia la vía alta (la boca). Si el moco no se drena correctamente, este se infectará (o reinfectará) y se producirá una bronquitis con posibles complicaciones.

Tragarse la mucosidad

Muchas veces, en la consulta, nos habláis de cómo los pequeños de la casa combaten la mucosidad tragándosela. Puede parecer una afirmación controvertida, pero es mejor tragarse los mocos que estar constantemente sonándose la nariz e irritándose las mucosas. Cuando nos tragamos la mucosidad, ésta va hacia el estómago y la eliminamos por las heces. Sonarse es un acto muy habitual y socialmente aceptado -más que tragarse los mocos- pero si nos sonamos, deberemos hacerlo suavemente y cuando sea estrictamente necesario.

En #Kilabe ofrecemos el servicio de Fisioterapia respiratoria para nuestros pacientes. Si tenéis problemas con la acumulación de mucosidad o patologías respiratorias, podéis llamarnos para solicitar visita. Seguimos un protocolo estricto en cuanto a la desinfección de los espacios del centro, el instrumental y equipamiento.

Nos ponemos a vuestra disposición para resolver sus consultas al respecto. ¡Cuidado con el frío! Cuidémonos y evitamos visitas al CAP este invierno para tratar patologías donde la Fisioterapia nos puede ser de gran ayuda.

 

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