Como ya hemos explicado en alguna ocasión, la fisioterapia es el área de la salud encargada de prevenir y rehabilitar diferentes lesiones del cuerpo humano, aplicando un conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que previenen, recuperan y curan. Una de las razones de ser de esta especialidad médica es la prevención y es por eso que es más que recomendable ir al fisioterapeuta antes de que la lesión o el dolor nos limite en nuestro día a día.
Sin embargo, es cierto que la mayoría de nosotros, como pacientes, pedimos hora para acudir al fisioterapeuta cuando sufrimos alguna lesión o cuando tenemos un dolor agudo -además de limitante-, ya sea muscular u óseo. Y es importante tener en cuenta que no solo se debe acudir a la consulta en casos de dolor, sino que, como profesionales de la fisioterapia, también ayudamos en la prevención de posibles lesiones y en el tratamiento de diversas patologías puntuales o crónicas de carácter leve.
También es aconsejable consultarnos antes de una cirugía, especialmente si te trata de una intervención osteomuscular, ya que podemos planificar y enseñar una serie de rutinas y ejercicios de actividad física y para contribuir en la recuperación y en un bienestar general de la salud.
Acudir a un profesional fisioterapeuta es importante también para lograr la reincorporación funcional de una persona con discapacidad física, incrementando la mejora en su calidad de vida, en el ámbito personal, social y laboral. Entre otras, existen 5 buenas razones para ir al fisioterapeuta, y en este breve artículo, desde Kilabe, queremos hablar un poco de ellas.
1. Tratar el problema antes de que llegue el dolor
Acudir a la consulta del fisioterapeuta o al centro de fisioterapia y ser tratados por una o un profesional, nos ayudará a conocer nuestro cuerpo y a detectar si algo no va bien. La rutina diaria, un trabajo sedentario, esfuerzos físicos reiterados y sobrecargas emocionales… cualquiera de estos casos pueden llevarnos a sufrir una lesión.
La prevención es un aspecto importante en el ámbito médico y en nuestra vida. Y con las técnicas de fisioterapia adecuadas, podremos disminuir o incluso evitar alguna limitación estructural futura. Puede que no seamos conscientes de las áreas sobrecargadas que podrían causarnos dolor más adelante, por lo que la prevención e intervención profesional del fisio para mejorar la integridad estructural de nuestro cuerpo, es esencial no solo para los deportistas profesionales, sino también a medida que envejecemos o en cualquier etapa de nuestra vida.
2. Mejorar la movilidad
La fisioterapia puede ayudarnos a mejorar la movilidad para realizar actividades de la vida diaria, lo que hará que mejore nuestra calidad de vida. A través de las diferentes técnicas aplicadas en consulta, se producirá una mejora de la movilidad funcional limitada. Además, esas técnicas se adaptarán a cada necesidad concreta.
Dichas técnicas se centran en la estimulación controlada y suave de las articulaciones, movilizando así, consciente y progresivamente, cada una de ellas a través de su rango completo de movimiento. El objetivo principal es el de mejorar la funcionalidad y la capacidad de respuesta del sistema músculo-esquelético ante movimientos complejos y variados.
Por lo tanto, trabajar la movilidad articular, reduce tensiones y cargas excesivas en músculos, tendones y ligamentos, disminuyendo así el riesgo de sufrir lesiones músculo-esqueléticas, además de prevenir contracturas, tendinitis y otras dolencias.
3. Recuperación de una dolencia o lesión
Lo más recomendable tras sufrir una lesión, ya sea por causas deportivas o derivadas por una intervención quirúrgica o accidente, es recurrir a la fisioterapia. El fisioterapeuta será quien tras realizar una evaluación personalizada de cada caso optará por el tratamiento que mejor se adapte a la dolencia del paciente.
La recuperación de cualquier lesión es un proceso que requiere dedicación y cuanto más trabajo y tiempo invierta el paciente, más progresos podrá hacer. Aunque las lesiones de cada persona y la percepción del dolor son únicos, los pacientes tienden a experimentar un mayor bienestar -y asimismo de mejora- a lo largo de la terapia.
4. Aliviar los problemas derivados de la edad
El papel activo de la persona, su implicación y un trabajo coordinado con su fisioterapeuta es la clave para lograr mejores resultados en lo que se relaciona con la salud de las personas mayores. Además de prevenir y tratar enfermedades de muchos tipos, las personas seniors podrán ganar movilidad y, por lo tanto, mejorar su calidad de vida.
En el caso de las personas mayores, la fisioterapia también tiene como objetivos principales, mejorar su calidad de vida, tanto física como emocionalmente. El hecho de que el paciente tenga una buena movilidad articular y fuerza muscular, mejore el equilibrio, recupere autonomía y que, en definitiva, la persona mayor aumente su confianza con sus capacidades físicas y motoras, ayudará a desarrollar cualquier actividad cotidiana diaria de manera más ágil y segura.
Sabemos que el ejercicio físico disminuye la incidencia de padecer un Ictus y padecer otras enfermedades más comunes; y, además, según estudios recientes, uno de cada 5 casos de demencia senil podrían tener una explicación en la inactividad de la persona.
Pero hay más beneficios de la fisioterapia geriátrica:
- Ayuda a que la persona senior tenga mayor autonomía.
- Al mejorar su capacidad física y aumentar la masa muscular, (asearse o levantarse y sentarse en el sofá, serán menos difícil). Reduce la posibilidad de sufrir cualquier tipo de caída, cosa que se puede producir frecuentemente en las personas de edad avanzada.
- Reduce el riesgo de sufrir alguna patología asociada a la falta de movilidad.
- Facilita la recuperación de cualquier posible golpe o caída.
- Reduce el estrés y la ansiedad, y facilita un mejor descanso y calidad del sueño.
5. Asesoramiento y prevención de lesiones
El fisioterapeuta también es el profesional que prescribe ejercicios específicos para ayudar a mejorar la movilidad funcional. Dichos ejercicios serán de varios tipos: ejercicios de fortalecimiento, ejercicios de rango de movimiento, ejercicios de flexibilidad y ejercicios de equilibrio. Diseñará rutinas de actividad física, indicando qué ejercicios son mejores en función de la condición específica de cada paciente.
En nuestro día a día también podemos incorporar hábitos que evitarán lesiones habituales. Algunas de estar rutinas son:
- Calentamiento y estiramientos.
Antes de cualquier actividad física, ya sea una sesión de ejercicio o una tarea doméstica que requiera esfuerzo físico, es necesario dedicar unos instantes al calentamiento y a los estiramientos. - Levantar objetos correctamente.
Hacerlo incorrectamente es una de las causas principales de lesiones en la vida diaria. ¿Cómo hacerlo de manera correcta? Es recomendable flexionar las rodillas en lugar de la cintura, mantener la espalda recta y usar los músculos de las piernas para levantarse, evitar torsiones o movimientos bruscos. Y si el objeto es muy pesado, no dude en pedir ayuda. - Mantener la postura adecuada.
Una buena postura alivia la tensión en la columna vertebral y reduce el riesgo de lesiones musculares. Espalda recta, hombros relajados, evitar encorvar los hombros… son gestos imprescindibles para evitar sobrecargas y lesiones. - Escuchar al cuerpo y “aprender” a descansar.
Ignorar las señales de fatiga o dolor que nuestro cuerpo nos envía, es un error muy común. Es importante aprender a escuchar a nuestro cuerpo y reconocer las señales que indican que necesitamos descansar o reservar tiempo para nosotros para poder seguir con nuestra rutina con fuerzas y salud.
Siguiendo estos breves consejos de fisioterapia en nuestra actividad diaria conseguiremos evitar lesiones comunes en el día a día, además de adoptar una actitud preventiva. Esperamos y deseamos que os hayan sido de ayuda.
Ante un episodio ocasional o crónico de dolor, en Kilabe les podemos ayudar con fisioterapia, terapia visceral y pautas de ejercicios personalizadas y a su medida. Contacte con nosotros: los fisioterapeutas le podemos ayudar a conseguir una mejor calidad de vida.