El estreñimiento hace referencia a deposiciones poco frecuentes o duras, o a la dificultad para expulsarlas. No se trata de una enfermedad, si no de un síntoma habitual asociado a alguna disfunción.
Puede implicar dolor durante el paso de una deposición. Incapacidad para evacuar después de hacer fuerza o empujar durante más de 10 minutos o la ausencia de deposiciones después de más de 3 días. Los bebés que aún se alimentan exclusivamente de la leche materna pueden pasar 7 días sin tener una deposición.
La frecuencia normal varía de una persona a otra. Una media normal es de tres veces al día a tres veces por semana. También se puede considerar estreñimiento cuando una persona pasa de una frecuencia mayor a otra menor.
El estreñimiento es muy frecuente durante el embarazo, en personas de edad avanzada , cuando se producen cambios en las costumbres (viajes, alimentos, horarios, etc…) y en situaciones de cansancio, nerviosismo o poca actividad física. Puede haber diversas causas:
- No beber suficiente líquido
- La inactividad física. Encamados prolongados.
- No comer suficiente fibra
- El consumo de ciertos alimentos
- No ir al baño cuando hay deseo
- El uso de laxantes de manera prolongada
Algunos consejos prácticos:
- Beber líquidos abundantemente, al menos 1,5 litros (8 vasos) al día. Los líquidos pueden incluir agua, zumos, sopa, te y otras bebidas.
- Comer verdura todos los días (preferiblemente crudas), fruta con piel (si es posible), hortalizas y pan integral. Esta alimentación es rica en fibra y ayuda a retener agua, con lo que las excreciones son más fluidas.
- Comer despacio y masticar bien los alimentos. Procurar comer a horas regulares.
- Educar al intestino: no reprimir nunca la necesidad de evacuar, se debe ir al servicio cuando vienen las ganas. Habituarse a ir al servicio a la misma hora, procurar ir con el tiempo suficiente y sin prisas. Algunas personas se benefician de ir después de una ingesta.
- Evitar los esfuerzos excesivos en la evacuación. El intestino ya se encarga, por si solo, de este trabajo.
- Hacer ejercicio físico diario.
- Evitar los laxantes irritantes. La utilización repetida de estos puede provocar alteraciones intestinales y pueden crear hábito.
- Corregir la postura, con un taburete pequeño (como el alzador de los niños= ponemos los pies encima, juntamos rodillas y rectificamos la columna, y en vez de apretar sacamos el aire, así no hacemos fuerza contra el suelo pélvico.